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Elegir el tipo de web apropiado para mi negocio

El diseño web ha evolucionado mucho en la última década. Hoy en día, las páginas web pueden ofrecer una cantidad inagotable de servicios. Una presencia en la Red, bien planificada, se convierte en una herramienta de trabajo muy potente con una inversión relativamente pequeña. Pero, para acertar con el tipo de sitio web que un negocio necesita, es necesario reflexionar sobre diferentes y variados aspectos relacionados con objetivos, entorno, competencia y recursos. En este artículo trataremos de explicar los diferentes tipos de desarrollo web que podría contemplar cualquier empresa, independientemente de su tamaño, a la hora de decidir el tipo de web que debería implantar en la Red.

Nos es difícil sintetizar. Aún así, podríamos diferenciar entre cuatro posibles tipos de desarrollo web sobre los que podríamos optar a la hora de decidir el tipo de web que necesita mi negocio. Los tipos de desarrollo o presencia web que definimos a continuación se presentan en orden creciente en complejidad y los hemos denominado:

  1. Web básica
  2. Web mínima
  3. Web profesional
  4. Web avanzada

Web básica

Se trata de una página (o un grupo de páginas) de contenido estático. Por “estático” entendemos que dicho contenido no varía en el tiempo o lo hace en periodos muy largos. La principal función de este tipo de presencia es la de ofrecer una especie de “tarjeta de visita” ampliada.

Este tipo de web cubre la necesidad básica de “salvar” la imagen del negocio del modo más sencillo posible.

Sugerimos este tipo de desarrollo cuando no tenemos claro lo que queremos pero sí sabemos que, al menos, hemos de estar presentes de un modo “decente”. De este modo nuestra presencia en la red queda cubierta y podemos emplear nuestro sitio web como referencia para datos de contacto y ubicación de nuestro negocio.

No suelen ser desarrollos costosos salvo que la importancia de la imagen (el diseño gráfico) requiera de grandes inversiones.

Web mínima

Se trata de webs basadas en un CMS (content management system o sistema de gestión de contenidos). El CMS más empleado suele ser WordPress. Este gestor nos permite realizar modificaciones en los contenidos sin conocimientos técnicos de publicación web. En este caso, el desarrollo web consiste en la instalación y configuración del CMS y quizá unas primeras publicaciones a modo de ejemplo. Tras los ajustes definitivos, el negocio está listo para comenzar y es ya el propietario en que alimentará de contenidos su sitio web.

La principal característica de este tipo de desarrollos podríamos resumirla en la idea de que es el negocio quien se adapta a WordPress.

Este tipo de presencia se recomienda cuando tenemos claro aquello que queremos mostrar sobre nuestro negocio pero no concedemos demasiada importancia a nuestra imagen corporativa.

Suelen ser webs poco complejas donde se aprecia sutilmente la utilización del CMS y donde se echa en falta la presencia de información compleja o profesional como catálogos de productos o información técnica.

Web profesional

En este caso damos un paso más y entramos en una web con diseño personalizado. Habitualmente este tipo de webs requieren de un gestor de contenidos y habitualmente dicho gestor sigue siendo Worpress, pero en esta ocasión el diseño de la web es personalizado y ahora es WordPress quien se adapta al negocio.

Esta opción es recomendable si el negocio tiene claro el contenido de su web y concede importancia a su imagen corporativa.

Estos desarrollos, aunque requieren mayor inversión que el anterior, suelen ser la opción habitual de la mayoría de empresas con presupuesto destinado a comunicación y publicidad.

Web avanzada

Sería el último y definitivo paso a la hora de plantearse seriamente una presencia web. En este caso la web es parte de la estrategia de comunicación la empresa. La web se trata, a todos los efectos, como una herramienta de trabajo más. Este tipo de presencia requiere de un análisis del modelo de negocio, de la competencia y del sector.

Este tipo de desarrollos web avanzados suelen iniciarse con un estudio o anteproyecto donde se presenta al cliente nuestra idea sobre el tipo de web a todos los niveles, incluyendo el análisis del entorno, el análisis de recursos, la línea de diseño gráfico, la arquitectura de contenidos y las funcionalidades tecnológicas (catálogo, tienda, etc.) que creemos que debería de tener el sitio web a desarrollar.

En dicho anteproyecto se proponen desarrollos, se establecen diferentes fases de implantación y se valora  económicamente toda la propuesta, dependiendo de los recursos de los que disponga el cliente. Este documento funciona como un esquema de trabajo sobre el que se llevará cabo el proyecto de desarrollo de la web definitiva.

Esta opción se recomienda en negocios que desean reforzar su actual sitio web o han decidido romper con el actual y replantear un nuevo sitio web completamente diferente e innovador.

En este tipo de proyectos, el cliente participa muy cercanamente formando parte del equipo de desarrollo. El equipo de desarrolladores actúa como si trabajara en la propia empresa del cliente.

Aunque su precio suele ser mayor, también suele ser el mejor amortizado y el que genera mayor satisfacción una vez implantado.

Conclusiones

Retomando el título de este artículo, sólo se puede afirmar que, como siempre, todo depende de un equilibrio entre las expectativas y los recursos económicos de que dispongamos. Nuestro consejo como desarrolladores es siempre el mismo: pensar antes de actuar.

Recomendamos llevar a cabo un pequeño esfuerzo inicial y dedicar un tiempo a esta reflexión.

Aunque aquí hemos intentado simplificar, entendemos que tipos de presencia web hay muchos y todos ellos poseen grados de desarrollo diferentes. Lo más importante es decidirnos por aquél en el que creamos, aquél que consideremos que más se adecua a nuestras necesidades.

Por último, siempre hay que tener en cuenta que consultar con un experto no le va a costar nada. Déjese asesorar, al fin y al cabo, el consejo le va a salir gratis.